martes, 17 de abril de 2012

Bien dentro

Una mente llena de vaivenes, nombres, caras, momentos.
Un corazón lleno de sentimientos, arrepentimientos, sinsabores, amargos sueños.
Una persona rota, loca, desquiciada, indecisa.
Una vida sin orden, sin ley,sin dueño, sin camino.
Unas manos que extrañan, que arañan, que sudan, que se hacen puños.
Unos ojos que lloran, que tiemblan, se enrojecen, se cierran.
Un caos que formaba parte de un supuesto orden que, de nuevo, se rompe.
Un caos alimentado de dudas y que vomita palabras sin sentido.
Una senda por recorrer que en el momento en el que se ve clara
se bifurca en innumerables caminos que llevan a la confusión,
al miedo, al dolor.
Putas palabras calladas, putas palabras soltadas sin más.
Malditos deseos inútiles, malditos días de sombra y viento.
Que se ilumine de una vez el camino, que pongan carteles con la dirección a seguir,
que todo quede en la nada o en el todo pero que no quede en el aire.
Que el humo, de cenizas que se desparraman de la jodida hoguera que habita
en este lugar, se disipe y deje entrever una luna en todo su apogeo.
Que la cruda realidad no se mezcle con los sueños, que algún día vea claro cuál es mi destino.