martes, 12 de junio de 2012

Un viaje

Yo recorrería todas las carreteras de tu cuerpo,
pasando por todos y cada uno de tus kilómetros.
No necesitaría repostar,
el calor sería mi gasolina.
¿Mi destino?
Naufragar en las olas de tu mar,
sin barco, ni agua.
Bastaría con el mar de tu sudor
y el cielo de tu boca
para alumbrar la embarcación de mi cuerpo.

domingo, 3 de junio de 2012

Volemos bien alto

Vamos, sube a mi nube de locura.
Cabalguemos por los caminos del éxtasis y el desenfreno.
No haremos más paradas que las necesarias. No podemos perder el tiempo.
Sube, sube más.
Ya podemos tocar la luna con la punta de los dedos,
ya podemos arder de calor por el roce con el sol.
Derritámonos si es necesario.
Hagamos lo inimaginable por no enfriarnos jamás.
Y ahí, en ese mismo lugar, en ese momento,
se ha de parar el tiempo.
Las agujas del reloj volverán a su tic tac,
pero sólo cuando nosotros lo decidamos.
Bajo sábanas de sudor, con tacto de terciopelo,
bajo una manta de estrellas que jamás cesarán de brillar.
Y ponernos la camisa de fuerza más resistente del mundo,
hecha sólo con besos, deseos y fuego.
Ya sólo queda decidir si queremos volver al mundo de los cuerdos
o seguir en el de la fuerte locura que nos envuelve el cuerpo.