jueves, 3 de noviembre de 2011

Esas metas imposibles...

Siempre habrá personas que escojan la vía fácil, el método más sencillo o, simplemente, menos doloroso. Y esto se percibe en muchos aspectos que son fundamentales a la hora de cimentar, poner unos pilares sólidos y finalizar con una techumbre que, más o menos, te proteja del frío y la lluvia.
Estas personas no siempre consiguen una estructura fuerte que los proteja de vientos y tempestades pues, inconscientemente, se lanzan al abismo una y otra vez sin darse cuenta de lo que ello supone.
No pueden conformarse con una persona sino que quieren a esa persona, no son capaces de negarse a cuestionar el porqué de las cosas, se niegan a tomar el camino llano si vislumbran un terreno rocoso y lleno de montañas, y, muchas veces, son incapaces de olvidar lo que por dentro tanto desean borrar.
Saben que ese algo nunca lo conseguirán pero, aún así, sueñan con alcanzarlo... Pero esto no significa que siempre luchen por eso: a veces, tan sólo se resignan a verlo pasar de lejos... Y entre fríos pensamientos les surgen miles de preguntas: “¿Por qué escogí el camino de la catarata si había otro con un pobre riachuelo, sin profundidad alguna y con una orilla visible desde el otro lado?”... “¿Por qué pasé por el aro más pequeño habiendo un gran aro que me permitía el paso sin obstáculos?”... “¿Por qué me empeño en dañarme una y otra vez aun siendo consciente de mi inservible terqueo?”... Bueno,ya he dicho con anterioridad que este tipo de personas lo cuestionan todo...
No son precisamente las que tienen el corazón más lozano pues ellas mismas se encargan de enfermarlo una y otra vez... Pero siguen adelante, mas saben que nada conseguirán... Sí, triste... pero es así.
Yo sé que si ahora mismo me pusieran dos carteles “DO NOT ENTER” y “FREE PASSAGE”... escogería sin dudarlo el primero... A lo mejor no lograría llegar al otro lado pero tendría la conformidad de haber sido yo.
No sé, quizás yo sea una de esas personas difíciles...

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