miércoles, 21 de diciembre de 2011

Ella quiere vivir de noche, sólo de noche

Ya es de noche. Ella sabe que es la hora de su liberación, la hora de dar rienda suelta a todos sus deseos y a todos sus sueños más ocultos. Mira al cielo estrellado antes de ir a la cama como si éste fuera su musa, la inspiración para dar el primer paso. Sueña con los ojos abiertos durante unos minutos imaginando que toca ese negro telón con la punta de sus dedos, imaginando que una de esas lucecitas tan elevadas es suya. A veces la cree su confidente; sabe que no la defraudará. Instantes después y tras despedirse de su cielo, camina hacia su cama y se deja caer sobre ella como pluma que cae al suelo. Sólo necesita ya cerrar los ojos y comenzar a imaginar lo que de día le es inimaginable. Sueña y sueña. Se desliza por su bello mundo en el que todo es posible. Inventa un guión para una vida paralela en la que es feliz,muy feliz. Sueña con él, todas y cada una de sus noches. Y así ella es feliz; tan sólo se conforma con rozar su piel en el mundo de su imaginación. Pero todo lo que empieza termina y como siempre la alcanza el día. Un día más a sus espaldas en el que seguirá cada movimiento de las agujas del reloj para contar el tiempo que le queda para volver a estar con él, aunque sólo sea en sueños...

lunes, 12 de diciembre de 2011

TÚ, mi ángel de la guarda.

Quizás ésta sea la entrada más especial que escriba nunca en mi blog y me alegra pensar que se la dedico a la persona más especial que nunca ha existido para mí...
Hará ya este viernes, 16 de diciembre, cinco años que te marchaste.  En estos cincos años no podría decirte con palabras lo mucho que me ha acompañado tu recuerdo porque sé que nunca conoceré a nadie tan sumamente especial como lo eras TÚ.
Dulce, buena, cariñosa... todo lo tenías. Si algo te faltaba era la pizca de maldad que salpica a casi todo el mundo hoy día. TÚ y tus buenos sentimientos, TÚ y tu gran capacidad para perdonar lo imperdonable, TÚ y tu carencia de quejidos cuando más padecias, TÚ y tu incansable deseo de no hacer padecer a los que te rodeaban... Todo eso lo reunías TÚ.

Jamás oí de tu boca una palabra más alta que otra, un insulto, una palabrota... Nunca fuíste capaz de dar mal ejemplo. Que mal me siento cuando veo que nunca podré ser así... Pero, contradictoriamente, me siento orgullosa de saber que eso es porque eras incomparable.

Aún recuerdo tus hermosos ojos verdes, tu tez de porcelana, tu voz, tus palabras... Y también recuerdo como todo esto se fue apagando. El último día que te vi acompañada de tu alma, tus ojos casi habían perdido su color, se desgastaron del dolor... Pero sabías quién era, me recordabas. Hasta con un suave hilo de voz pronunciaste mi nombre. Eso siempre quedará conmigo.

Dieciseis de diciembre del dos mil seis, cuatro de la madrugada... Una llamada telefónica y un sentimiento: Miedo. Sabía que era la temida noticia, sabía que era el anuncio de que tu alma te haía abandonado. Nunca olvidaré ese momento. Qué dolor sentí por dentro a pesar de ser todavía inconsciente de lo mucho que te echaría de menos.

Miles de momentos me habría gustado compartir contigo en estos cinco años: buenos y malos. Sé que me habrías sabido aconsejar en cada uno de mis problemas y que te habrías alegrado por mí con mis logros. Pero sé que aunque no estés aquí, estás a cada momento dentro de mí.

Tampoco sabes lo mucho que me arrepiento de no haber pasado más tiempo a tu lado, ni tampoco lo mucho que añoro verte cada día comer a mi lado. Pero espero que me sepas perdonar como TÚ sabías hacer.

Dejaste en mí un vacío que nadie podrá llenar; sé que me querías más de lo que nadie podrá quererme en toda mi existencia. Por todo esto y muchas cosas más, quiero que sepas que pienso cada día más en ti y que JAMÁS me olvidaré de lo grande que eras, que eres y que serás en mi vida.

Tan sólo te pido un último favor: que me acompañes en cada traspiés, en cada alegría, en cada llanto, en cada risa; que nunca, bajo ningún concepto, sueltes mi mano... Por favor te pido que me acompañes en cada paso y en cada minuto de mis días y sobre todo te pido que nunca olvides lo mucho que te quiero. No me abandones nunca.

Te Quiero mi ángel, Te Quiero Abuela.
"Prométeme que me esperarás..."

domingo, 11 de diciembre de 2011

Quiero encontrar mi sitio...


Nada que descubra lo que siento,
que este día fue perfecto
y parezco tan feliz,
nada como que hace mucho tiempo
que me cuesta sonreir...

Quiero vivir,
quiero gritar ,
quiero sentir
el universo sobre mi.
quiero correr en libertad.
quiero encontrar mi sitio...


Ya he tenido suficiente ,
necesito alguien que comprenda
que estoy sola en medio de un montón de gente,
qué puedo hacer?


Quiero vivir ,
quiero gritar ,
quiero sentir
el universo sobre mi,
quiero correr en libertad,
quiero llorar de felicidad,
quiero vivir,
quiero sentir,
el universo sobre mi,
como una náufrago en el mar
quiero encontrar mi sitio,
sólo encontrar mi sitio...

jueves, 1 de diciembre de 2011

Pequeños detalles...

Seres humanos. Personas. Qué bien suenan esas palabras! No? Se supone que somos las máquinas más perfectas que existen hoy día.
Realmente somos fascinantes: tenemos la capacidad de sentir cosas inimaginables. Pero nunca nos paramos a pensar en la cantidad de cosas maravillosas que nos pasan día a día. Más bien pensamos en lo malo de nuestra vida. Por qué no podemos valorar cada aroma, cada sonido, cada imagen, cada tacto...?
Algo tan simple como oler una flor es maravilloso. A caso no cerramos muchas veces los ojos cuando nos deleita un aroma tan dulce que hace que sintamos una pequeña sensación placentera? El olor del chocolate, de un buen perfume, del café, de la lluvia... hay tantos y tantos aromas que nos pueden hacer sentir bien aunque sea por un sólo segundo...
Escuchar una de esas canciones que hacen que tus ojos comiencen a llorar involuntariamente o, por el contrario, una de las que te activan las ganas de fiesta en un santiamén; oír la risa descontrolada de un amigo, de tus padres...;sentir como si la lluvia estuviese dentro de ti con sólo escuchar cómo se precipitan desde las nubes esas numerosas gotas de agua contra el suelo... Eso no es algo fascinante?
Placentero es cerrar los ojos y tocar la suave piel de una persona a la que amas, recorrer sus manos y su cuerpo con las yemas de los dedos de manera que su tacto se quede grabado en tus dedos, siendo así imposible de borrar... Y acariciar con los dedos de los pies la arena mojada de la playa? No es eso algo que nos hace disfrutar? Por no mencionar lo que se siente al acariciar el suave pelo de tu mascota...
Ver una puesta de Sol, tu color favorito, una película, la cara de alguien a quien quieres... Ver un bonito bebé,  un paisaje que ocupará tu mente durante muchísimo tiempo o, simplemente, cerrar los ojos para no ver.
Esas sensaciones son nuestras y nunca nos paramos a pensar en la suerte que tenemos de poder disfrutar de ellas. Hay personas que no pueden hacerlo porque no ven, no escuchan...o porque ya no están. Otras muchas no nos fijamos en lo afortunados que somos porque preferimos tomar el camino en el que todo se ve negro y así perdemos muchos de los buenos momentos que pasan ante nosotros cada día.
Yo quiero disfrutar de esas cosas, de todas y cada una de ellas... Sentirlas y poder recordarlas como algo placentero, algo increíble. Quiero poder cerrar los ojos y no pensar en todo lo malo sino en esos pequeños detalles que nos hacen felices aunque sea por un instante.
Valoremos lo que tenemos porque nunca sabemos cuándo dejaremos de poder hacerlo.

martes, 22 de noviembre de 2011

Alguien que diga Avísame...

¿Alguna vez habéis sentido que estáis solos entre un sinfín de personas? ¿Habéis tenido una sensación de asfixia incluso estando en un lugar inmenso y abierto? Es muy normal cuando hay algo que te oprime brutalmente el pecho... exactamente la zona izquierda.
En los momentos de flojedad es cuando más solo puedes llegar a sentirte y cuando más necesitas la comprensión y la ayuda de alguien que sea capaz de tenderte su mano... Esa mano te servirá de sujeción e irá acompañada por un hombro con el que contarás siempre que no aguantes más la necesidad de llorar... 
Pero hallar a alguien así no es fácil... Cualquiera no es capaz de realizar esta ardua tarea... Por eso cuesta tanto encontrar ese apoyo para los peores momentos.
Cuando todo se tiñe de un color negro tan intenso como el negro de la noche más oscura, no somos capaces de ver una salida por la que escapar. Y es que hay veces en las que todo se derrumba de tal manera que piensas que cualquier esfuerzo por salir del bache será en vano. Y ahí es cuando cobran fuerza esas pesadillas en las que intentas gritar con todas tus fuerzas, mas no sale de ti ni un leve sonido... Nada. Eres incapaz de gritar. Algo así como invisible: nadie te escucha, nadie te ve... 
Y acto seguido despiertas con un grito contenido en la garganta y te das cuenta de que a lo mejor ese grito no salió porque tú no quisiste, porque no pudiste pronunciarlo o porque, simplemente, no había nadie que realmente te fuera a escuchar gritar.
Cuando por fin se encuentra a esa persona nunca se le quiere dejar escapar porque ayuda a apaciguar tus males y es capaz de entenderte y hacer que sientas algo parecido a la paz interior que tanto anhelabas. 


"Si hace falta ahí estaré, sin hacer preguntas ,
no debes preocuparte.
Si hace falta buscaré infinitas formas de ayudarte;
que reconstruir pilares caidos no es tarea fácil
y que has de ir poco a poco
para nunca llegar a ver el puente hundido. "

jueves, 17 de noviembre de 2011

A mis sueños nadie les pondrá cadenas...

Es ese mundo donde no existen límites, donde todo es posible y nada parece extraño...
Es el lugar en el que se proyectan nuestros deseos, nuestros miedos... En el que los imposibles no tienen cabida.
Es nuestro, sólo nuestro y de nadie más... Tan íntimo y tan personal...
En él podemos dejarnos llevar sin pensar en nada porque, simplemente, no necesitamos pensar...
Y es que, ya sea con los ojos abiertos o con los ojos cerrados, el mundo de los sueños es fascinante, único y maravillosamente liberador...
Lo que daría por vivir siempre en él y dejar los viajes que siempre tienen retorno...

lunes, 7 de noviembre de 2011

A la baja...

Quizá sea el frío, que ya comienza a acompañar en estos días... O las noches, que cada vez nos invaden antes...Quizá sea el sol, que deja de iluminarnos antes de lo debido... O quizá, simplemente, sea yo...
Y es el momento en el que ver el vaso medio lleno es un imposible y verlo medio vacío es una realidad...
Se me han agotado los colores... A lo mejor dejé mi paleta demasiado tiempo a la intemperie y se secaron... Será por eso que veo todo en blanco y negro.
El tiempo pasa, pasa y pasa... pero no hay nada especial que me haga marcar una pausa en él, una pausa que pueda darme algo... ese algo que busco y que ni sé lo qué es. Tal vez sólo sea calma lo que necesito y mi mayor suerte sería la típica historia de la isla desierta con tres cosas más... O  tal vez echar a andar hacia ningún lugar me hiciese encontrarme conmigo misma... Eso estaría bien.
Pero si hay algo que me ayudaría a levantarme sería olvidarme de pensar... Olvidarme de todo por un tiempo. Olvidar las tonterías de las que me arrepiento, las cosas que me duelen.. Todo. Caras, lugares, palabras, miradas... Ese momento en el que... Esa persona a la que... Joder! Qué desaparezcan ya!
Que se apacigüen mis miedos, mis temores, que se calme esto que tengo por dentro y que no sé ni qué lo provoca...
 Que me deje a un lado el tiempo tan sólo para poder pensar y descubrir que luchar merece la pena...

sábado, 5 de noviembre de 2011

La infancia, ese reino donde nadie muere...

Recuerdo días en los que comprarme una bolsa de gusanitos era lo más grande para mí, en los que hacer un dibujo con colores suponía un gran logro (algo así como una gran obra de arte), en los que había excursión y sentarse en los últimos asientos del autobús significaba ser toda una mayor... Días en los que si llovía no me estropeaba ningún plan pues podía pasarme el día viendo dibus, en los que abrir una bolsa de tazos y que me saliera mi pokemon favorito era motivo de fiesta, en los que no cabían pensamientos serios en mi cabeza...
Días en los que las preguntas no eran tan persistentes como ahora, en los que comerme un gran plato de pasta era como llevarme a la boca el manjar más exquisito conocido por el mundo entero, en los que la imaginación me hacía hablar con un par de muñecas rubias (esas Barbies perfectas que siempre eran monísimas).
Pero llegó el día, no sé muy bien cuando fue, en el que todo dio un giro de 360 grados... Ahí vi que había cosas mejores que una bolsa de gusanitos, que las Barbies tan sólo eran eso: muñecas; que había a mi alrededor muchas cosas que podían hacerme más feliz que un plato de pasta lleno hasta rebosar.
Y poco a poco fueron llegando días en los que los infantilismos perdían su cabida e iban llegando esos pensamientos que, hoy día, siguen rondando mi cabeza. Supe por fin que un motivo de felicidad es tener amigos a los que puedes escuchar decir "te quiero"y sentirte bien porque sabes que eso es cierto; que besar a alguien con los ojos bien cerrados es algo maravillosamente delicioso (no tiene comparación con los gusanitos)... Supe también que sentir ese dolor de estómago llamado amor no era algo tan lindo como me hacían pensar las películas Disney pero también aprendí que ese dolor de estómago traía consigo otros muchos dolores... Comprendí que un libro no era sólo papel lleno de letras sino una puerta hacia la imaginación y el mundo de los sueños,y que una canción era mucho más que una simple melodía acompañada de una voz... Comprendí que eso a lo que los mayores llamaban alcohol y que tan dañino era (según ellos) a veces es la puerta de escape en muchas situaciones... Entendí que ser mejor no era ser el o la más guapo/a sino tener a las mejores personas a tu lado y saber que es querer a alguien de verdad, además de comprender qué significan las palabras amistad, familia, ayuda...
Y es al caer de esa nube llamada infancia cuando realmente me llevé un gran tortazo... Pude comprender que hay muchas más cosas que duelen además de caerte de la bici (algo que me pasó innumerables veces cuando aprendía a montar)... Comprobé que perder a personas a las que quieres es lo peor que puede pasar, que escuchar algunas palabras es algo más dañino que cualquier caída con el patinete, que enamorarte de quien no debes nunca saldrá bien, que no todos los amigos son amigos y que si quieres seguir adelante has de ser fuerte...
Y es que hay tantas cosas en mi vida que cambiaría y otras tantas que haría inmunes para nunca poderlas cambiar... Pero hoy me apetecía mirar hacia atrás y ver a la niña que jugaba feliz sin pensar en el porqué de lo que le pasaba y que reía mientras pensaba en cómo sería de mayor... Hoy quiero ser esa niña.

"LA INFANCIA NO VA DE UNA EDAD CONCRETA A OTRA.
EL NIÑO CRECE Y ABANDONA LOS INFANTILISMOS.
LA INFANCIA ES EL REINO DONDE NADIE MUERE."
                     (De Edna St. Vincent Millay)

jueves, 3 de noviembre de 2011

Esas metas imposibles...

Siempre habrá personas que escojan la vía fácil, el método más sencillo o, simplemente, menos doloroso. Y esto se percibe en muchos aspectos que son fundamentales a la hora de cimentar, poner unos pilares sólidos y finalizar con una techumbre que, más o menos, te proteja del frío y la lluvia.
Estas personas no siempre consiguen una estructura fuerte que los proteja de vientos y tempestades pues, inconscientemente, se lanzan al abismo una y otra vez sin darse cuenta de lo que ello supone.
No pueden conformarse con una persona sino que quieren a esa persona, no son capaces de negarse a cuestionar el porqué de las cosas, se niegan a tomar el camino llano si vislumbran un terreno rocoso y lleno de montañas, y, muchas veces, son incapaces de olvidar lo que por dentro tanto desean borrar.
Saben que ese algo nunca lo conseguirán pero, aún así, sueñan con alcanzarlo... Pero esto no significa que siempre luchen por eso: a veces, tan sólo se resignan a verlo pasar de lejos... Y entre fríos pensamientos les surgen miles de preguntas: “¿Por qué escogí el camino de la catarata si había otro con un pobre riachuelo, sin profundidad alguna y con una orilla visible desde el otro lado?”... “¿Por qué pasé por el aro más pequeño habiendo un gran aro que me permitía el paso sin obstáculos?”... “¿Por qué me empeño en dañarme una y otra vez aun siendo consciente de mi inservible terqueo?”... Bueno,ya he dicho con anterioridad que este tipo de personas lo cuestionan todo...
No son precisamente las que tienen el corazón más lozano pues ellas mismas se encargan de enfermarlo una y otra vez... Pero siguen adelante, mas saben que nada conseguirán... Sí, triste... pero es así.
Yo sé que si ahora mismo me pusieran dos carteles “DO NOT ENTER” y “FREE PASSAGE”... escogería sin dudarlo el primero... A lo mejor no lograría llegar al otro lado pero tendría la conformidad de haber sido yo.
No sé, quizás yo sea una de esas personas difíciles...

sábado, 29 de octubre de 2011

Si no fuera por el miedo....

Cuando todo va realmente mal tan sólo se ve una oscuridad eterna que parece carecer de final. Por más que intentas enceder la llama de la esperanza no eres capaz... pero, aún así, habita en tu interior  esa fuerza que te ha hecho levantarte cada vez que la vida te ha tumbado con sus malas jugadas.
 Encontrar el final de esas tinieblas es muy dificil para alguien que se ha acostumbrado a vivir con ellas; no porque le guste sino porque ya no alberga en su interior la esperanza de que exista para ella algo mejor. No puede imaginar de nuevo compañía a media noche en su fría cama, ni un beso que diga "buenos días" con un muy dulce sabor... No es capaz de imaginar que otros labios la besen de la misma manera que la besaron los que tales heridas dejaron, ni tampoco un te quiero sincero...
Y, tarde o temprano, llega el momento en el que ve de nuevo una puerta entreabierta y no sabe si acercarse a ella o alejarse a toda prisa. No lo sabe porque el miedo le impide ver con claridad, porque el temor a que le vuelvan a dañar su recién restaurado corazón es mayor que sus ganas.
Y se queda bajo el quicio de la puerta, rozando a penas el pomo sin saber si abrirla del todo o cerrarla... Y sin darse cuenta toma una decisión que espera sea la acertada...

jueves, 27 de octubre de 2011

Cenizas....

Y se forjó un corazón tan frío como el hielo y tan duro como el acero...
Y fue tal la magnitud de su coraje que decidió ponerle un candado y lanzar la llave al olvido, donde nunca pudieran encontrarla.
Y es que sabe que lo que ayer era fuego mañana tan sólo serán cenizas... Cenizas que estarán colmadas de sinsabores pero también de un ayer que no es de nadie más que de ella.
Porque ha aprendido a vivir con su compañero de las noches y los días, el que ocupa sus pensamientos, invade su alma y golpea hasta lo más hondo de su cuerpo... Porque él y sólo él la acompaña y le recuerda esas cenizas... Él, su dolor...
Pero no siempre será así!! Débiles cenizas no serán suficientes para combatir contra sus ganas... Tan sólo necesita ese último suspiro que le recuerde que aún sigue viva....




Al final del camino...

No siempre podemos tomar la opción correcta ni decantarnos por lo más lógico. Hay veces en que la razón o el corazón deciden escoger el camino más difícil. Y si deciden eso, ¿qué podemos hacer nosotros? Simplemente recorreremos ese camino, sea para bien o para mal... Y existe un gran porcentaje de que nos tropecemos con una innumerable cantidad de piedras que dificulten nuestras andadas. Ahí es donde se decide todo: el valiente hará frente a esas piedras, luchará para conseguir lo que quiere... y al final,si lo logra, será la mejor recompensa a esa lucha que ha mantenido. Pero el cobarde simplemente evitará esas piedras retrocediendo e ignorando lo que pretendía alcanzar.... Perdiendo así toda esperanza de conseguir lo que tanto anhelaba. 
Y ahí es donde me encuentro yo: piedras, piedras y más piedras. Pero me queda lo más importante: resolver la duda entre ser valiente o ser cobarde.



viernes, 14 de octubre de 2011

Ella, algo tan parecido a la perfección....

Silencio! Siéntela... ya está aquí... sé que es ella.
Silencio! Es ella... lo sé... nada tiene su capacidad de atracción...
Silencio! No le robes protagonismo... sería un intento en vano.
Silencio! Siente como recorre tu cuerpo...sus caricias llegan al alma.


Escucha! Es inigualable... no se puede comparar.
Escucha! Bella sensación... casi perfecta.
Escucha! Tiembla al oírla... es un escalofrío placentero.
Escucha! Penetra en tus oídos... invade tu mente.


Siéntela! Sí, es ella....ella y nada más. 
Sí, ella... con sus notas y sus compases, sus agudos y sus graves...
Tan sólo ella... dueña de tantos sueños y fantasías, compañera de los llantos y las alegrías...
Ella... solitaria es bella.... Ella... acompañada... más bella.
Llama que aviva nuestros fuegos más profundos, agua que calma la sed de nuestros deseos...
Calmante en la soledad y en la angustia...
Medicina a tus dolores... júbilo para el cuerpo... arena y cal depende del momento.


Siéntela! Sí, es ella... ella y nada más.
Cada nota, cada palabra... Es lo más parecido a la perfección...
Ella: LA MÚSICA...y por qué no? también una CANCIÓN.







miércoles, 12 de octubre de 2011

"¿Dónde está mi suerte?"

Nunca supo lo que se le venía encima, quizás lo supuso, pero no lo imaginó con certeza...
Nunca supo a qué jugaba ni a qué se exponía...
Sólo ahora, en los días en los que la cabeza comienza a funcionar de manera desorbitada, se da cuenta de lo que ha supuesto ese juego...
Y es en este mismo mes de octubre en el que se pregunta "¿Dónde está mi suerte?"... Mas, aún sigue esperando una respuesta...

martes, 11 de octubre de 2011

Y esto es vida...

Esta será la primera entrada de mi blog... He dudado mucho entre hacerlo o no, quizás por el miedo a escribir lo que siento de manera pública, exponiendo mis ideas y pensamientos a los demás... Pero, finalmente, he llegado a la conclusión de que cada cual piensa y actúa a su manera... Por qué no mostrar cómo es mi "manera"?. Cada persona es distinta del resto... y yo soy diferente. Así es que a escribir!
Nada malo hay en sentirse distinto.. De hecho todos lo somos. Ahora bien, unos más que otros... A pesar de esto, solemos esforzarnos por ser lo más perecidos posible al resto. Yo ya no me preocupo de hacer esto. Tan sólo es un esfuerzo inútil por aparentar ser algo que no refleja tu "yo" verdadero.
Yo prefiero mostrarme como soy,guste o no... porque no hay más en mí que lo que realmente soy. Y no me interesa aparentar o crear una imagen distorsionada de mi persona. Es algo que no entra en mis planes. No hoy... ni tampoco mañana.
Tan sólo soy una chica de 18 años que cada día intenta mejorar por mucho que le cueste... que cada día se acuerda del ayer y que piensa en cómo será el mañana. Tan sólo 18 años tras de mí, pero aún así... suficientes desde mi punto de vista para saber qué es vivir.
Y es que no sólo los que tienen cierta edad saben qué es vivir... No. Y si hay algo que odio es que el número 18 arrastre consigo esa imagen de persona irresponsable, inmadura y despreocupada. Por qué? Por haber vivido menos días? Horas? O quizás minutos? A vivir no sólo se aprende con los años, no... Se aprende con multitud de momentos, experiencias... Para aprender a vivir hay que sentir la vida, hay que disfrutarla, hay que sufrirla... En definitiva: hay que vivirla. Y yo he hecho todo eso multitud de veces... y sé que,a pesar de mi edad, vivo un paso más adelante... Y sé que, detrás de esta persona payasa, soñadora, impulsiva y alocada, hay algo más que eso... Hay algo que me dice que ya sé qué es vivir y ese algo es lo que cada día me hace luchar para alcanzar el siguiente, de manera que cada día, cada olor, cada sabor, cada beso... sea único. 
Y es que vida es levantarse cada día y sentir la brisa en las mejillas, vida es querer y ser querido, vida es sentir ese dolor que te oprime el pecho, vida es sufrir, reír, llorar, sonreír... Vida es LUCHAR en mayúsculas... No hay más que decir pues esto es vida para mí...